Arqueología

Uno de los campos en los que el CET más ha trabajado, de una manera especial y continua, ha sido la Arqueología. No es de extrañar, por tanto, que en este ámbito haya realizado numerosas colaboraciones con otras entidades, como la Universidad o el Museo de Zaragoza, así como con otros centros de investigación locales. Este hecho se debe a la gran riqueza arqueológica que atesora todavía la Comarca de Tarazona y el Moncayo. Así, el CET ha actuado básicamente como un banco de datos donde reunir toda la información diaria acumulada dentro de su marco geográfico y territorial. Gracias a esta recopilación de información, por un lado, se han podido investigar y divulgar muchos de los aspectos arqueológicos del área del Queiles y el Moncayo con el fin de obtener y ofrecer un conocimiento más amplio sobre ellos, y, por otro lado, el CET se ha establecido como un garante en la defensa y conservación de este tipo de patrimonio ante las más que frecuentes agresiones de todo tipo por las que se ve afectado.

Entre sus actuaciones arqueológicas cabe destacar, en primer lugar, las prospecciones que ha desarrollado, casi ininterrumpidamente, desde el año 1981 con el objetivo de descubrir enclaves arqueológicos desconocidos, revisar el estado de los ya conocidos y mantener un fichero actualizado de los mismos que permita su investigación, divulgación y protección.

Junto a esto, también se han realizado con relativa frecuencia sondeos y excavaciones. En 1980-1981 las labores se centraron en el estudio del yacimiento romano del Colegio Joaquín Costa de Tarazona en colaboración con el Museo de Zaragoza, descubriendo los restos de un santuario dedicado a Silbis-Minerva, además del famoso hallazgo de la cabeza de Augusto. Durante el periodo 1989-1992, fruto de un convenio con el Ayuntamiento de Tarazona y el INAEM, junto con la cooperación de la Escuela Taller de Veruela, se desarrolló el denominado Proyecto Silbis que se centró en el seguimiento arqueológico de solares con posible interés arqueológico dentro del casco histórico de Tarazona, así como en diversos puntos de la comarca. Entre 1998 y 2000 se excavó la villa tardorromana del Polígono Industrial, en la que, aparte de aparecer restos de su estructura arquitectónica, se halló una inscripción en tabula ansata sobre una placa de bronce y un tesorillo de monedas. En 2012, y de nuevo en 2020, se han realizado prospecciones geofísicas en el yacimiento de la Dehesa, junto con varios sondeos arqueológicos que están sacando a la luz varias estructuras hidráulicas. Finalmente, de 2015 a 2017 se efectuaron tres campañas de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Dehesa Cintruénigo III (siglos II-I a. C.) donde se han documentado dos actividades económicas poco usuales como son la pesca fluvial y el reciclaje del plomo, además del hallazgo de un lagar completo de tipo trullo para la elaboración de vino.

Finalmente, además de su implicación directa dentro del marco de sus investigaciones en tareas arqueológicas, el CET ha realizado de manera permanente a lo largo de toda su historia, la vigilancia y denuncia de obras y trabajos, tanto de carácter público como privado, llevados a cabo sin el debido control arqueológico (C/ Tauste –actual Cinco Villas–, Barrio Verde, Hogar Doz, zona de la estación, etc.), gracias a lo que se ha puesto freno a la destrucción indiscriminada de estos yacimientos y se ha procedido a su estudio arqueológico.

Vista general Este del yacimiento Dehesa-Cintruénigo III
Geofísica del yacimiento de la Dehesa (2012)
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